Hoy (sábado) me desperté como a las 8 y Felipe me fue a dejar a la micro. Le pedí al cobrador que me avise cuando estuviera cerca de avenida Paulista para tomar el metro (ni tan bonito ni mucho menos moderno de lo que los paulistas creen)... ningún problema, tampoco con el cambio de estación ni nada de eso.
14 reales y un bus de primera, creo que allá sería al menos "semi-cama" pero bueno... como acá mismo los hacen...
El viaje dura una hora y antes de partir compré una tarjeta telefónica para llamar a Marcelo cuando llegue allá. Mi portugués está un poco mejor luego de hablar todo el viaje con la señora que iba al lado y más tranquilo por eso llamé a Marcelo. Rápidamente pasaron por mí al terminal y partimos a la playa; yo pensaba que ya no íbamos por la hora, y me decía a mí mismo: "qué lejos que vive este hermano" jajaja.
Llegamos a Caraguatatuba, que me sonó como una empanada del treintaitantos (para qué decir de Ubatuba, que estaba cerca de ahí) y pasamos a almorzar algo antes de ir a la playa.
Acá se acostumbra mezclar de todo un poco en un solo plato, por ejemplo: carne, pollo, arroz, papas, ensalada, etc. pero por más que intenté hacerlo como ellos, encontraron que mi plato no estaba muy surtido que digamos... y eso que puse la feijoada de rigor, ¿eh?
En la playa ellos estaba con un poco de frío pero de todas maneras querían bañarse, así que tuve que comprar un traje de baño en un kiosco playero (después les muestro el video de la compra :P) y acompañarlos... no duraron mucho porque se les puso la piel de gallina mientras yo estaba feliz chapoteando por ahí jajaja.
Entre tanta conversación e interrogatorio cruzado de significados, una de las hijitas de Marcelo me preguntó como se decía tal color... yo sabía que era "turquesa" por el vestido de la Patata la semana pasada, pero no podía recordarlo y me quedé pegado con eso.
Partimos de vuelta para Sao José.
14 reales y un bus de primera, creo que allá sería al menos "semi-cama" pero bueno... como acá mismo los hacen...
El viaje dura una hora y antes de partir compré una tarjeta telefónica para llamar a Marcelo cuando llegue allá. Mi portugués está un poco mejor luego de hablar todo el viaje con la señora que iba al lado y más tranquilo por eso llamé a Marcelo. Rápidamente pasaron por mí al terminal y partimos a la playa; yo pensaba que ya no íbamos por la hora, y me decía a mí mismo: "qué lejos que vive este hermano" jajaja.
Llegamos a Caraguatatuba, que me sonó como una empanada del treintaitantos (para qué decir de Ubatuba, que estaba cerca de ahí) y pasamos a almorzar algo antes de ir a la playa.
Acá se acostumbra mezclar de todo un poco en un solo plato, por ejemplo: carne, pollo, arroz, papas, ensalada, etc. pero por más que intenté hacerlo como ellos, encontraron que mi plato no estaba muy surtido que digamos... y eso que puse la feijoada de rigor, ¿eh?
En la playa ellos estaba con un poco de frío pero de todas maneras querían bañarse, así que tuve que comprar un traje de baño en un kiosco playero (después les muestro el video de la compra :P) y acompañarlos... no duraron mucho porque se les puso la piel de gallina mientras yo estaba feliz chapoteando por ahí jajaja.
Entre tanta conversación e interrogatorio cruzado de significados, una de las hijitas de Marcelo me preguntó como se decía tal color... yo sabía que era "turquesa" por el vestido de la Patata la semana pasada, pero no podía recordarlo y me quedé pegado con eso.
Partimos de vuelta para Sao José.
Con Marcelo Aráujo en la playa de Caraguatatuba (¡me lo aprendí!)
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