Siempre me echaron tallas que en Punta Arenas estaba llenos de pingüinos, uno andaba en trineos y vive en iglúes (o lo supusieron y camuflaron como broma).
Uno siempre dice que no y no y a lo más fue un par de veces a la pingüinera, pero esta vez aprovechamos el viaje y con la Patata fuimos a Isla Magdalena donde la cantidad de pinguïnos era ridículamente grande!
Ahí van algunas fotitos
Los papasotes de Olivia (cuando todavía no se aparecía por el mundo).
En la barcaza hacia Isla Magdalena.
PD:
A la vuelta, el chico Felipe me hace unas preguntas de antología:
- ¿Si uno les pega a los pinguïnos te muerden?
- No sé... no se les puede pegar, están protegidos.
- ¿Y si uno los patea?
SUGERENCIA para los señores que ofrecen el viaje a ver a los pingüinos de Isla Magdalena:
NO LE VENDAN UN PASAJE A MI CUÑADO, ¡ES MUY CURIOSO!