Papel

Ayer me llegó un mail que decía "Por favor considerar el medio ambiente antes de imprimir" y creo que voy a adoptar algo parecido para mis mails.
No estoy en lo que se diría una cruzada ecológica pero a veces intento hacer cosas por cuidar el entorno. De hecho nunca he entendido bien el proceso mediante el cual se hace el papel ni por qué el papel reciclado es más caro que el normal.
En fin, el asunto es que a veces me pregunto si alguna vez se dejará de usar papel propiamente tal... con eso del papel digital, hasta lectores de libros digitales están saliendo. Varias veces escuché decir que los diarios, por ejemplo, ya habían sobrevivido a la llegada de la radio, cine y TV y la pregunta es si lo harán una vez más. De momento, los medios digitales siguen diferenciándose cada vez más de los medios tradicionales impresos (la línea editorial no es tan estricta, y la frecuencia no es constante, por ejemplo) y éstos últimos nutren sus páginas de artículo reproducidos miles de veces en internet (aunque también sucede lo contrario, como en la caricatura del posteo anterior que ha circulado profusamente por internet según LUN).
Lo digital es más instantáneo y desenfadado; sin embargo sigo sin poder imaginarme leyendo un libro con un aparato digital en el baño y es ahí donde creo que radica el asunto.
La impresión de libros, revistas, periódicos y diarios no responden a una visión romántica de la industria sino a un negocio que aunque en el primer mundo decrece, sigue siendo un negocio.
Para qué hablar de latinoamérica donde siguen apareciendo publicaciones cada cierto tiempo y éstas a su vez aumentan sus ventas. En el mismo Punta Arenas apareció durante el año pasado un diario que si bien es claramente amarillista, cumple con el objetivo de mantener el negocio en funcionamiento.
El tema es que mientras haya gente dispuesta a pagar por tener papel en las manos para leerlo, va a seguir existiendo. Me encanta comprar revistas en el aeropuerto antes de un viaje así como en el terminal si viajo en bus. También es entretenido (aunque dudosamente higiénico) sentarse al WC a leer un diario o un libro (especialmente si tiene capítulos cortos).
No puedo dejar de comprar cada cierto tiempo al menos La Tercera, La Prensa Austral (que dicho sea de paso tiene que mejorar su sitio), la edición gringa o chilena de Rolling Stone, PC Magazine (que ahora existe en papel sólo en sudamérica, porque en EEUU ya es únicamente digital), Natonal Geographic, etc.
De todas formas no podemos desconocer que, como ya dijimos, vamos atrasados respecto de los países desarrollados. En Magallanes, por ejemplo, apareció El Pingüino el año pasado pero todavía no aparece un medio 100% digital capaz de captar la atención del público como lo hace, por ejemplo, Terra en varios países de iberoamérica. Sólo existen algunas versiones digitales de medios tradicionales como el de Radio Polar, los dos diarios y algunos más ("Magallanes no duerme" y el hace dos días extinto "el patagónico" son intentos exclusivamente digitales)
Quizás los medios impresos logren sobrevivir si vuelven a lo que fueron sus raíces, contar historias, reportajes e información locales y no repetir lo que todos los diarios, ni lo que se puede encontrar en internet o comprar a precio de huevo (para una empresa de las proporciones de un diario) en una agencia de noticias. Hay ganas de ver lo que pasa cerca tuyo, o del lugar de donde vienes. Hoy es más fácil porque potencialmente cualquier persona se puede poner a contar historias a través de internet (con lo de la web 2.0) en blogger, wordpress, facebook o en el colmo de la instantaneidad: twitter (a quien facebook desesperadamente intenta copiar), que permite contar que está haciendo uno en sólo 140 caracteres(twitter.com/alfonsolevet).
En definitiva creo que los medios impresos y digitales van a encontrar un punto de equilibrio a la vuelta de los años, pero va a ser un camino difícil y de tira y afloja. Especialmente porque los medios digitales no pueden conseguir el nivel de suscripciones de los diarios y éstos ven cómo la publicidad prefiere irse a medios digitales donde su público objetivo está mucho más focalizado.
¿Llegarán los libros a desaparecer y convertirse en reliquias? Dudo que ocurra entes de un siglo.
Las revistas seguirán vendiendo hasta que se resuelva el tema de conectividad durante los viajes, lo digo desde mi experiencia.
Y de los diarios puedo decir, que siempre vamos a necesitar papel barato al día siguiente para envolver el pescado.

caricatura

Apareció en la edición de ayer de El Mercurio. Política y fútbol pueden relacionarse sin ser carbonero sino tomándoselo con humor.

tanto

Cuando era chico encontraba tan innecesario el "cafecito" que se tomaba mi papá y ahora no puedo seguir la tarde sin uno.
Quería seguir corriendo cuando él ya estaba cansado e íbamos a la playa a trotar y ahora yo sería incapaz de correr ni medio kilómetro.

Era tan extraño para mí que mi papá fuera del Audax Italiano y ahora grito los goles a todo pulmón (a veces incluso deslizo como si la cosa no quisiera que mi papá atajó en ese equipo).

Tan bueno lo encontraba para el ajedrez que ya no quiero ni jugar con él por temor a derribar el mito.
Tan exagerado que lo encontraba con las medidas de seguridad y yo soy incluso más exagerado con la Olivia.
Tanto se demoraba, según yo, en hacer fuego para el asado y yo ahora me tomo más tiempo.

Tan buena persona que lo encontraba y, bueno, yo hago el intento de serlo.

Tan cargosamente cariñoso era (y es) con nosotros y yo trato de ser igual con la Patata y la Olivia.
Me parecía que conocía a tantas personas y ahora yo voy para el millón de amigos.
Tanto me reía cuando dejaba las frases a medias y yo me he sorprendido haciendo lo mismo.

Admito haberme reído un par de veces cuando se iba mirando hacia atrás en el estacionamiento para ver si el auto había quedado bien y yo hago lo mismo.
Tanto que quería ser como mi viejo cuando era chico... y por fin ahora me estoy pareciendo, aunque sea un poco.