Sergio y yo nos subimos al auto de Cáio, mientras que Camila se va con Tati, Vera y Deborah en otro.
Avanzamos bastante bien hasta que nos encontramos con un taco gigantezco. Tanto así que escuchamos dos o tres discos en el auto porque estuvimos ahí por casi ¡tres horas!... imaginen lo que habrá sido para el pobre Cáio (que no habla casi nada de español) tener a los tipos más callados del mundo y que más encima no hablan portugués jajaja. Le pusimos empeño eso sí para que el viaje fuera más entretenido y finalmente, ya oscuro, llegamos a un estacionamiento relativamente cercano (varias cuadras en todo caso) al estadio Canindé.
Cuando pasamos ahí pensé que había alguna otra cosa cerca, pero cuando llegamos ahí nos dimos cuenta que la fila interminable (daba una vuelta y un poco más a un mall y todavía quedaban dos cuadras más hasta la puerta del estadio) era para entrar.
La mayoría de la gente con su kilo de alimentos no perecibles y nosotros al último.
Íbamos como en la mitad cuando se largó una lluvia tremenda. Minutos antes un tipo nos había ofrecido dos capas para la lluvia en 5 reales y nosotros, que queríamos que bajara aún más la oferta :P, habíamos decidido quedarnos en polera y jeans. Fueron 20 minutos de ducha... quedamos empapadísimos y más adelante no la pensamos dos veces y compramos las benditas capas.
Más de una hora más tarde veía como volaba mi kilo de alimentos, me cortaban la entrada y empezaban los 100 metros planos hasta la cancha. El estadio era gigante (era como pa 25.000... claro que se ocupaba la tribuna y parte de la galería, pero la cancha estaba repleta).
Apenas bajamos corriendo la rampa hasta la cancha empezó el show con Ana Paula y Diante do Trono. No conocía casi ninguna canción, pero aplaudí y salté igual no más. Había muy buena onda.
Entre medio conocimos a algunos cabros de allá, de distintas congregaciones y ellos nos convidaron un poco de quequito y bebida (aunque yo no tomo).
Con Sergio calculábamos que con tanta lluvia la gente querría saltar mucho, pero quedamos cortos ante tanto entusiasmo de los paulistas.
De principio a fin, fueron dos horas muy power... salté, grité, aplaudí y canté como nunca lo hago en conciertos, saqué fotos y grabé lo que pude y es que estuvo realmente genial.
Lo mejor de todo fue poder cantar por casi dos horas las canciones que más me gustan, en su idioma original (Take it all, Shout unto God, Awesome God, Tell the world, The world will never take, All day, Look to you, entre otras), con el volumen a too chancho, por ende cantando a too chancho y en completa libertad.
Ha sido el mejor concierto al que he ido en mi vida (paliza por goleada a cualquier otro), así que muchas gracias Señor por haber estado ahí.
Me levanté como a las 11 para ir nuevamente a la estación Liberdade del metro (barrio japonés) para comprarle unos DVDs a Elías que me había encargado desde Chile. En eso se me fueron casi dos horas y me volví a la Igreja da Família porque Felipe estaba haciendo clases ahí y además Cáio y Tati pasarían a buscarnos.
Después de almorzar en un bufet (dónde más jajaja) partimos con Sergio y Felipe a la rua 25 de marzo.
Viernes temprano y quiero sacarme las ganas de ir al mercado paulista y al edificio Banespa. Sergio agancha y partimos en micro primero y después en metro.
comprando y vendedores callejeros que ofrecen desde discos piratas ("paraguayos") hasta volantes de autos.
Esta mañana me dejaron dormir hasta muy tarde y cuando me desperté vi que la guitarra estaba en un sillón como que no quiere la cosa, pero también que estaba preparando un asadito en el patio de la casa.
Después de llegar a la casa, tomarme un rico café brasilero (nada que ver con el instantáneo) y dormir casi una hora (picadura de zancudo incluída) partimos a una fiesta de aniversario; yo creía que era de algún matrimonio o algo así, pero resultó que así le dicen a los cumpleaños acá (en la foto de la izquierda, el festejado).
Se me había olvidado ésta que es de ayer en la tarde cruzando la Cordillera de Los Andes.
Salgo de la Policía con las Chancacas intactas (que son regalo pa la señora chilena que trabaja en la Avenida Paulista) y empiezo a practicar mi portugués estilo Tarzán para encontrar la salida. Llego y espero... espero... espero... Felipe me dijo que llegría a buscarme pero no estoy seguro del cambio de hora... uf! sigue pasando tiempo y finalmente decido llamarlo (primero debo llamar a la Gomezita a Chile porque se me perdió el papelito con el número).
(Uf!, la carita...)Me desperté como a las 7 porque el tío Mino (cariñosamente "Minito") quedó de pasar a buscarme a las 7 y media. Una vez en el aeropuerto veo a un montón de "Elder" que viajaban en el mismo vuelo (pa' los que no se habían dado cuenta, todos los mormones jóvenes se llaman Elder+su apellido) ... uf!
El Papa Benedicto 16 (si me sé los números romanos, pero... ¿cuál es la idea?) recibió esta mañana al nuevo embajador chileno en el Vaticano (¡uf!... cuánta pega), Pedro Pablo Cabrera Gaete.
