Viernes temprano y quiero sacarme las ganas de ir al mercado paulista y al edificio Banespa. Sergio agancha y partimos en micro primero y después en metro.El edificio es inmenso y es una copia feliz del edificio al que se subía King-Kong (¿Empire State?). Primero nos registramos y esperamos un buen nuestro turno de subir. Son 28 pisos en ascensor, como 8 más en otro ascensor y luego algunos pisos subiendo las escaleras.
Arriba la vista es buenísima y el edificio tiene lugares cerca que se distinguen claramente como la plaza Sé, el mismo mercado, teatro municipal, etc. Sao Paulo es inmensamente grande y pese a que no hay tanta contaminación como en Stgo. no se alcanza a ver dónde termina la ciudad.
Desde arriba el mercado se veía cerca, pero hay que caminar por la rua 25 de marzo que un viernes temprano es un hervidero de gente
comprando y vendedores callejeros que ofrecen desde discos piratas ("paraguayos") hasta volantes de autos.El mercado es realmente grande... casi casi parece un mall; si hasta patio de comidas tiene, no como Felipe creía ("igual que el de Chillán no más").
Casi perdiéndome entre tantas especies, aceite, quesos y demases encontré la salida que llevaba al metro más cercano y nos fuimos de nuevo a la Paulista.
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