PASO 1
Al llegar, pedir un pan y ponerlo en el "microondas" que no es otra cosa que una estufa a parafina. Ahí el pan se calienta hasta tostarse suavemente. Alguna vez Sergio y Citian buscaron infructuosamente un microondas verdadero.
PASO 2
Mientras se calienta el pan, elegir entre alguna de las variedades de sánguches. Sólo varían entre tener o no palta y/o tomate... la mechada de caballo va siempre. Cualquier otra petición hay que hacerla directamente al "tío Manhattan).
PASO 3
Hacer el pedido y disfrutar del espectáculo mientras lo preparan. Mi opción siempre es "a matar" porque igual que mi amigo Cristian Vergara, opino que la única forma de fregar un sandwich es ponerle tomate.
PASO 4
En lo posible, encontrar un lugar en la única mesa que hay en el local-container y comerse el sandwich con la mano. Bajo ninguna circunstancia usar los cubiertos... sólo los ponen para reirse de quienes los usan, y recuerden que si no chorrea, no es Manhattan.
El paso 5 es sólo para faranduleros, futbolistas y rockstars. Consiste en que el tío Manhattan en persona te pida sacarte una foto y pases a cubrir las paredes del local. Cuando tu foto está en la pared del Manhattan, has tocado la cima... antes no eres nadie. Pedirle uno al tío la foto no tiene ni un brillo, pero para el recuerdo, vale el intento... ¿cómo saben? Para terminar, aquí está la mía: