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Las protestas estudiantiles, como la de hoy de los 'pingüinos' por el pase escolar y de los universitarios por el crédito ídem frente a la Intendencia, seguramente no son la forma ideal de solucionar los problemas, pero si uno intenta comprender el razonamiento de: reunión masiva y pública, ruido y pliego de peticiones, puede entender que pueden lograr algunas cosas, no por la marcha en sí sino que porque causan cierto revuelo... mediático (que es el principal argumentos de estas marchas y/o protestas según sea el caso)y también social, porque las personas ajenas a los problemas que aquejan a estos muchachos también reciben información y finalmente pueden formarse una opinión personal acerca de ello. No ando promoviendo las marchas, pero me parece que dentro de los límites establecidos están bien, son una forma legítima de expresarse (¿o los cristianos no buscamos también llamar la atención, aunque sea en un sentido pacífico-evangelístico, con la famosilla "marcha para Jesús"?), pero que esto derive en tirar piedras, prender barricadas o dar vuelta autos, como sucedió hoy cerca de la U. de Conce, no tiene sentido alguno, no van a otorgarle más fuerza a sus peticiones y además, pierden credibilidad. Más aún, estoy seguro que si los carabineros de Fuerzas Especiales no les hicieran caso, los hechos violentos (comandados por estudiantes estresados y revoltosos más que por peudo-líderes izquierdistas las más de las veces) terminarían tan rápido como empiezan, pero no, ahí van los verdes a jugar al gato y al ratón "a ver cuántos estudiantes atrapo" versus "a ver cuántas piedras le acierto al guanaco... o a un paco". Si es por tirar cosa y correr un rato, vayan a jugar a las castañas entre leguleyos e ingenieros, o vayan a tirar cosas a las fachadas de las universidades privadas, como en época de mechoneos... es más, ¿saben qué? vayan a tirar cuestiones y meter ruido a las casas de quienes no han pagado sus créditos universitarios varios años depués de haber salido de la universidad porque ellos tienen más resposabilidad que cualquier gobierno de turno... averigüen algunos de esos nombres, traten de encontrar algún personaje reconocible (en cualquier ámbito) y se llevarán más de alguna sorpresa... por otro lado, seguro que algunos años más los mismos que andan marchando y tirando el primer objeto contundente que encuentren a su paso, van a pasar a engrosar la indigna lista de "deudores morosos" NOTA: Este post está publicado en 'el minuto de confianza' (link al lado)