"no se nos dieron las cosas, ¿no?"

Y bueno... qué vamos a hacerle... cuando Mark vió la pelota rodar luego de que pegara en su rodilla supo, al igual que el resto de nosotros, que el resto del partido era prácticamente una misión imposible, como efectivamente lo fue. Ahora, no creo que haya tenido mayor responsabilidad en esa jugada puntual, creo que Olarra me molestó más cada vez que vi en las repeticiones cómo estaba más preocupado de hacer un foul sin que lo notara el árbitro o, eventualmente mejor, recibir un foul por parte del atacante... no estaba ni ahí con el balón (otro día explico la diferencia con las pelotas). A pesar de lo anterior me parece que el rival de Chile es cada vez más evidente: la obstinación de Juvenal Olmos por permanecer fiel a su idea del fútbol. No se a ustedes, pero a mí esto de que converse con los jugadores más de la mitad del tiempo de los entrenamientos que suponen trabajo con el balón, francamente me exaspera. Esto no es ajedrez Juvenal, menos aún algún juego de cartas; es decir, no porque un jugador sepa lo que tiene que hacer de acuerdo a tus intenciones, sucederá cabalmente lo que imaginas (hay un artículo muy interesante que además hace una analogía del funcionamiento de Chile reflejado en el fútbol en la página de "el mostrador", "columnas" ). Lo otro preocupante es su infantil deseo de sorprender con cambios estúpidos como el que propició la entrada de Cristián Álvarez... es como que quisiera que dijeran "Oh! qué genio Juvenal... mira cómo nos sorprendió a todos". Bueno ya, han pasado dos días y todavía estoy alterado ante la inmutabilidad de Olmos al borde del campo de juego. Marcelo Salas está muy lejos de su nivel y se ve imposible que alguna vez vuelva a ser la sombra siquiera de lo que fue. David Pizarro destacó principalmente porque el nivel técnico del partido fue terrible. Pinilla marcó simplemente porque, sobre todo después de su caída confractura de dedo incluída, puso huevos en el juego, pero como esto no es tortilla... es inexplicable que Jiménez no haya sido citado ni a la banca. Así las cosas, creo que tengo más tiempo para juntar el dinero necesario para ir con la "marea roja" a un mundial, ya sabemos que salvo una o dos excepciones en la historia, las posibilidades matemáticas nunca han logrado olvidar nuestra mediocridad futbolera.



Paraguay sube en la tabla, Chile se quedó abajo.