audición

Hace un par de días acompañé a Dani a una audición al coro de su universidad y fue algo más o menos divertido. Fuera de su resto de nervios que tenía (aunque a medida que escuchábamos a los otros la cosa se relajó) vimos cómo cada uno se esforzaba por quedar, aunque los resultados no están sino hasta mañana, todos salían con cara de satisfacción luego de los nervios previos peeeeero, también pude contrastar con la 'pseudo-audición' que hicimos en el grupo de música en la comunidad cristiana (donde participo por si alguno no sabía)... creo que visto de un punto de vista técnico, ambos grupos son de aficionados en su mayoría, pero con aspiraciones de hacer un trabajo serio y dedicado, dos estilos definitivamente distintos, pero ¿donde está la diferencia? que a quienes fueron a lo del coro de la U los motiva principalmente el 'lado artístico' que cada uno tiene, más claramente, sentimientos en mayor o menor medida vanidosos lo que lo hace estar muy nerviosos, por la posibilidad de no ser reconocidos como 'aptos', aunque pudiera haber alguno motivado por simplemente aprender o perfeccionarse... y lo segundo es un poco lo mismo; en cambio quienes fueron el sábado al lugar donde ensayamos están (o al menos eso esperamos) motivados por un deseo de adorar al Señor y también de servir (a Él y a sus hermanos) lo que implica que el fin de su participación no está en sí mismo sino en quien lo es todo: Dios. No estoy diciendo para nada que esté mal participar en el coro o en cualquier actividad artística, mucho menos que esté mal perfeccionarse, es más, siendo para el Señor queremos entregar lo mejor que podamos y el Señor suplirá con su sello la excelencia que no podemos alcanzar mediante alguna 'técnica', estudio, conocimiento o lo que sea, por más que nos esforcemos... lo que hace que nuestro 'arte' sea agradable para el Señor es que lo hagamos en integridad y esto es sólo posible porque Dios nos ve a través de Jesús. Mi amigo 'Libro' es, de los que conozco, quién más sabe de esto y quizás le pida que me ayude a explicarlo porque en realidad saber cómo es que todo esto sucede da para hablar, pensar, leer y orar mucho.