señor cobranza

Éste me llegó por internet y refleja muy bien el momento.

La profesora le pregunta a los alumnos en qué trabajan los padres. Las respuestas son las típicas (profesor, ingeniero, mecánico, etc) salvo uno que dice que su papá es vedetto de un club gay; la profesora, que no lo puede creer, le pide a los niños que salgan a jugar un rato y conversa con el niño:
- ¿De verdad tu papá trabaja en eso?
- No, trabaja en Chiledeportes pero me daba vergüenza decirlo.

El hedor de la corrupción ya está saliendo a flote, porque nadie puede decir que todos estos chanchullos sean algo reciente. El tope de la corrupción se lo da ella misma, funciona como un efecto termostato que se activa cuando hay tanta gente involucrada que la torta a repartir simplemente ya no es suficiente y los números cuadran menos que antes.
Gente muerta viajando, viejitos jugando pin-pon y empresas fantasmas y no sólo es deshonesto sino también indecente. Y por favor acá no salgan los de oposición porque no fue Girardi solito que anduvo juntando boletas para cuadrar sus cuentas, Lily Pérez y Tatán Piñera también dejaron escapar que sus movimientos son al menos un poco turbios (¿o alguien me va a decir que lo convencieron de que no usó información "priviligiada" cuando compró las acciones más rentables del planeta?).
A tanto ha llegado el cubrirse las espaldas (típico de lealtades partidistas mal entendidas) que hace unos meses el recientemente elegido diputado Ávaro Escobar, conocido actor y abogado, decidió renunciar a su partido aunque sin dar muchos detalles, pero declarándose decepcionado de la política. Hace un par de días el senador Fernando Flores, exitoso empresario otrora exiliado y que hace poco volvió al mundo de la política también presentó al PPD su renuncia a la militancia porque, según sus propias palabras, después de haber vivido tanto no está "pa' weás".
Hasta hace un tiempo sentía que nuestros políticos eran bastante decentes comparados con, por ejemplo, la clase política argentina o brasilera. Incluso sentía que las canciones que protestan contra los políticos eran un tanto exageradas, pero hoy "Señor Cobranza" me parece casi didáctica.
Aunque cueste y duela decirlo (y quienes me conocen saben que no simpatizo con la derecha precisamente) la alternancia en el poder se hace urgente, no sólo de sector político sino también de generaciones. Ojalá hubiesen pronto políticos más nuevos y también más jóvenes que entiendan la lealtad de una manera sana y no incondicional porque en días como los actuales (y sin que se vea en el horizonte que se legisle sobre el voto voluntario) es que me arrepiento de haber cedido inscribiéndome en los Registros Electorales.