22 mayo 2006

izquierda, derecha, izquierda

Con el poco de respeto que queda hacia las fuerzas armadas, me permito preguntar... ¿alguien entiende cuál es la verdadera gracia de los desfiles? De verdad que son un fenómeno que me supera.
No sé de qué manera uno rinde honores caminando ordenaditos... tampoco sé a quién va dirigido el asunto, si a las autoridades paradas en el estrado o al monumento u estatua que casi siempre queda detrás de ellos. Durante la media, un desfile no era otra cosa que un pretexto para no tener clases, incluso nos hacíamos los descoordinados (menos Draeger, para quien era un auténtico problema) en los ensayos para perder el mayor tiempo posible. Así y todo el desfile del 21 de mayo era un compromiso para pensar dos veces porque en Punta Arenas ya hay un frío terrible para esa fecha.
Para las fuerzas armadas debe ser una cosa distinta, es una de las pocas actividades entretenidas del año, pero no quiero imaginar el reto o castigo si cometen algún error grosero... bueno, en realidad me imagino que será pagar con tiburones o algo así... trotar mucho, qué se yo.
El desfile militar es como una fiesta de disfraces, donde todos se ponen el traje más incómodo para ir a la guerra. Al caminar levantan las piernas del modo menos viril posible y un gallo mueve la "guaripola" con frenesí. Es como un baile pero sin mujeres, o sea sí, pero no muchas. Los respectivos generales saludan y los civiles piensan en cualquier cosa, menos en los pelaos... "¿habré cerrado bien la puerta?" "Parece que dejé el computador prendido" "¡tengo que llegar a ver la novela/el partido!".
De vez en cuando algún perrito se atraviesa y hasta él es más divertido. Todo esto se hace al compás de "música militar"... que es como decir... "inteligencia militar" o sea, no existe. Son marchas europeas de reminiscencias hitlerianas, ejecutadas (literalmente) por una banda militar... no siendo esto suficientemente difícil, lo hacen caminando a paso redoblado o como se diga.
Ahora, yo sé que hay miles de personas a las que le encantan estas cosas; mi propio hermano es capaz de ver la parada militar de septiembre completita. Incluso hay sellos de música que sacan discos con las marchas militares y todo... esto sí que no me lo van a creer: ¡¡¡hay gente que compra esos discos!!!
Aunque todos los años las autoridades de turno tienen que escucharse los mismos discursos de los uniformados, es una cosa que sucede dos veces en el año no más, al menos de forma masiva... y así el curioso mundo marcial se siente aceptado y realizado aunque sea un ratito.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

en gustos no hay nada escrito...

Anónimo dijo...

recuerdo ke alguna vez sali de clases pa ensayar el desfile...ke kieres ke te diga, eran mi sufrimiento maximo, cero coordinacion, no habia caso, hiper tiesa...preferia hacer ejercicios de inecuaciones antes de salir a ensayar...ke cosa mas horrible, al fina..el dia del desfile mi mama me hacia alguna comunicacion, ke estaba resfriada o algo asi...casi me traumé por no mover bien las patas

 
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