Lo de Mike Stern anoche en el Teatro Concepción fue "simplemente" corroborar lo que uno pueda saber de él: un músico notable, con mucha influencia de distintos héroes de la guitarra, pero que ha sabido desarrollar un sello propio, un estilo que lo identifica en cualquiera de las corrientes musicales de las que se nutren sus discos. No lo había escuchado hace mucho tiempo, lo último fue "Play", creo... ni siquiera pireteado, sino en MP3.Su banda actual cuenta con Kim Thomson, una baterista virtuosa, rápida y con mucha energía y juventud que aportan el toque de frescura a un grupo que viene tocando por lo menos hace 5 años. Uno casi ni recuerda que el anterior batero fue Deniss Chambers.
El repertorio estuvo surtidito, desde unos smooth jazz, pasando por una melodía de aires irlandeses y pasando (y REpasando) varios funks rockeros del próximo disco "Who let the cats out", según él mismo contó. No obstante el fiato entre el grupo, Stern no tiene problemas para adoptar estampa de rockstar en sus solos (pese a algunos movimientos algo ñoños que recuerdan a Feliciano) y termina el show con los decibeles a full y la adrenalina del auditorio ídem. Al final del concierto hasta se dió tiempo para firmar autógrafos sobre cualquier cosa, desde sus CD´s hasta algún reverso de una entrada y lo único que había que soportar eran los comentarios de alguno del clan Romero cerca del hall: "Ay sí, estuvo bastante rockero". Verdaderamente, un lujo. (Mike Stern en el Teatro Concepción, Lunes 22 de mayo de 2006)
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