10 junio 2005

días de radio

Mucho antes del "atari" o nuestro primer VHS (nos saltamos el "betamax") había en mi casa un tocadiscos y unos cuantos vinilos a un costado. Mis papás nunca fueron muy aficionados a la música, pero siempre hubo algo entretenido que escuchar. De los discos, francamente, sólo recuerdo 4 (*): uno que por un lado tenía "Pedrito y el lobo" y por el otro, "El aprendiz de brujo" de Disney relatado por el maestro Raúl Matas; uno con la historia ultra resumida de "Heidi"... nunca lo escuché completo ni vi la serie de TV hasta el final así que no me la cuenten please; había uno de un cuarteto vocal de la congregación de Rex Humbard, un evangelista que salía en esos matinales-sabatinos-canutos que daban en TVN en los '80; el último... !Bill Halley y sus cometas!¿tengo que decir cuál era el que me gustaba más? bueno ya, no voy a engrupir... "Pedrito y el lobo", lejos.
La cosa es que en uno de sus magistrales negocios mi mamá llevó el aparato a una tienda de remates y lo vendió como en cinco lucas de la época, pero que de todas formas era bien poco. Un tiempo después nos fuimos a vivir a Posesión.
Allá no había muy buena señal de radio y sólo se veía UN canal de televisión... siempre que hubiera buen tiempo. Fue ahí donde descubrí que la vieja radio del living captaba una cantidad inmensa de radios de todo el mundo. Empecé a escuchar radios de Alemania, Inglaterra, Argentina, etc. Ahí fue donde comenzó mi gusto por el jazz, blues y rochabilly. Había varios programas interesantes y en especial uno de alguna radio de Río Gallegos que se trataba de una hora dedicada a algún músico. Así me fui entusiasmando y en realidad todavía no pescaba mucho hasta que me topé con la trompeta de Louis Armstrong; un tiempo después me topé con las guitarras de Chuck Berry y B.B.King... desde entonces no paré más hasta llegar a la Chumanga claro que no toco ni 1/4 de lo que tocan todos ellos y muchos más).
La cosa es que la susodicha radio llegó por fin en encomienda desde Punta Arenas y no sé dónde meterla en mi pieza porque es muy grande pero le dio un toque que, sinceramente, le faltaba. Es una macana inmensa y pesada, pero tiene parlantes en "estéreo", onda corta y larga... para mí, sigue siendo de última generación, más por su encanto que por su tecnología y supongo que 50 años más habrá cabros chicos que encuentren entretenido escuchar un disco compacto de algo que hoy nos parece innovador.
(*) Mi mamá también se acuerda de otro disco. "Es de ese cubano que toca la guitarra y ha llenado
el Nacional". Supongo que será Silvio Rodríguez.

Mi radio alemana "último modelo", recién fuera de la caja.

1 comentario:

Aldo Rojas dijo...

Es la pura verdad... yo tambien atesoro muchos recuerdos de dias enteros escuchando radio... especialmente las mañanas de los domingos cuando daban "La hora de la reforma", con pura música de Los Heraldos del Rey, después era la "Retreta Militar" para terminar con un cuento... no recuerdo la emisora.
Y en cuanto a los discos mi papá teniía y tiene muchos...pero, mis favoritos eran un longplay de Superhijitus, otro que por un lado traia Bambi y por el otro Peter Pan.... y apara finalizar estaba el "A bailar con la Sonora Calenton"... y el primer tema era el inigualable.... "Estaba la rana sentada cantando debajo del agua "....¡¡¡¡ Genial !!!!!

 
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