Cuando ya el copete no da más de largo decido cortarme el pelo en alguna peluquería argentina. Entro donde "Lorenzo", aunque en realidad el que me atiende es Cristián, un tipo de un metro ochenta, con pantalones caídos, calvicie incipiente, pelo largo y teñido, y unos aros gigantes como de mina pero voz muy ronca que me dice:
- Sho (yo) acá en Madryn soy todo un personaje... por mi look, viste que soy medio "transgresor".
Pa agarrarlo pa la chuleta con los modismos me dan ganas de contarle que allá en Chile no les decimos "transegresores" sino gays, homosexuales, travestis, fletos, colihuachos, maricuecas, mari*****, huecos, colisas, mariposones, niñitas, medio medio, que le gustan las patitas de chancho, se le derriten los helados, se le apaga el calefon, se le quema el arroz, se le cae la bandeja o por último que de ellos se dice que son "finos"... pero pienso que aún no me ha cortado el pelo así que mejor solo asiento con la cabeza.
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