el show de joaco

Se me hace inevitable recordar que la candidatura de Michelle Bachelet partió de algunas bromas de CQC, tras la publicación de un libro alguien la hizo aparecer en una encuesta y ¡sorpresa! tenía un nivel de aceptación increíble. Sin embargo bastó que empezara a hacer campaña para que los puntos porcentuales de grosera ventaja sobre los otros candidatos, se empezaran a repartir entre Hirsch y Piñera principalmente. Hace muy poca campaña, se durmió en laureles ajenos y pareciera que mientras más se involucra en la campaña, más puntos pierde. Ayer estuvo en el 'debate' presidencial transmitido por cuatro canales de television abierta y en realidad dió lo mismo, no habría variado mucho si hubiese mandado a que alguien de su comando la represente.

Sebastián Piñera hizo lo mismo de siempre, que es lo que también hace el negro (su hermano carretero)... echar la talla aquí y por allá, conversar con todos y hacer que lo que habla se escuche entretenido aunque sea demagogia recalentada, si hubiera podido pedir unos tragos para todos ni siquiera se habría visto fuera de lugar.

Tomás Hirsch se vio más conciente de que su participación podía generar, nuevamente, un alza en las encuestas que tanto descalifica (pero de las que también se beneficia, salvo la última). Repartió alusiones por doquier al oficialismo y a la derecha, aunque creo que nunca nombró a alguien en particular, excepto cuando le pidió a Piñera que no hable como si fuera micro o mediano empresario.

Lo de Joaquín Lavín es de antología... pasó de la cara ultra tensa del foro anterior a cometer varios errores que rayaron la estupidez, todo acompañado por su sonrisa típica. Algunas joyitas:

- "Voy a tener esta mano dura con la delincuencia (mostrando la mano izquierda) y esta otra (la mano derecha)... eh... más dura."

- "Sebastián, tenemos que trabajar unidos... Piñera y Lavín unidos... jamas serán vencidos... ¡JUNTOS PODEMOS!"

- Mientras Piñera le decía "tú y yo sabemos quién de nosotros va a sacar más votos en primera vuelta", la cámara enfocó a Lavín que se indicó a sí mismo con el índice, cual Tutu Tutu.

- Ninguneó a Hirsch al decir: "las elecciones están cerradas, cualquiera de los tres que estamos aquí podría ganar".

Los candidatos volvieron a mostrarse confiados con una falsedad extrema y que además, después de tanto, aburre. Por fin se tocó el tema valórico al que tanta importancia le dan algunos cristianos momios y bueno... todas las posturas se han suavizado bastante (detalles el sábado, me invitaron a exponer en un lugar que todavía no sé, después cuento). Tomás y Joaquito parecieron niños traviesos al ocupar el papel que tenían para, a pesar del compromiso que firmaron de no mostrar nada en cámara, graficar sus preocupaciones sobre derechos humanos y delincuencia, respectivamente.

Tan difícil como saber cuál encuesta es más subjetiva que otra está saber quién será en definitiva el(la) próxim@ President@ de Chile, porque en algo estamos de acuerdo: la segunda vuelta está abierta.