30 septiembre 2005

mi ombligo del mundo

De niño mi mundo no era tan grande, a menos que saliéramos en auto a algún lugar, y quizás por eso, mucho más simple también.Siempre viví, hasta hoy, en el mismo lugar: Maipú 107 (punto 1 en el mapa). Incluso el teléfono siempre ha sido el mismo (226533), aunque antes no tenía el primer '2'. En esos años las llamadas locales eran gratis, sólo se pagaban las de larga distancia. Con los otros niños (para los puntarenenses 'chicos') jugábamos por ahí cerca.
Hacia arriba de mi casa jugábamos a la pelota en el estacionamiento de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Magallanes (2), hoy Liceo Experimental UMAG. Las pichangas eran dirigidas por el perro del barrio, 'Árbitro', regalón de todos, propiedad de nadie. Todos los partidos terminaban abruptamente cuando el cuidador del recinto, 'Chaplin', aparecía con una huasca tras algún pelotazo a los ventanales; seguro en más de una ocasión las cátedras ingenieriles se vieron interrumpidas por la inexplicable entrada triunfal de un balón en el aula. Una vez 'Zorillo' (no preguntar por qué le decíamos así) no tuvo mejor idea que trepar a una de las astas para escapar de la golpiza... debió estar por lo menos unos 15 minutos arriba.
En ese mismo estacionamiento le saqué las rueditas a mi bicicleta jajaja, mi primer ensayo sin ellas terminó con el foco de un auto roto y todos corriendo antes de que que apareciera nuestro único enemigo del barrio.
Mientras jugábamos con fuegos artificiales ('estrellitas') se prendió el pasto y tuvimos que desaguar ahí mismo para sofocar las llamas; aunque arrancamos, pronto apareció una 'cuca' con carabineros que le preguntaron a Rodrigo Adones dónde vivía, todos quedamos blancos cuando dijo 'en esta calle' y luego tuvimos que contener la risa cuando los mandó tres cuadras más abajo.
De la calle de atrás no recuerdo nada, creo que nunca fui y de hecho lo único que sé es que ahí vive el alcalde (16), pero no recuerdo el nombre. Lo más lejos que llegamos fue al charco que se formaba en esa esquina (3), frente a la sede de la Junta de Vecinos (4), ahí jugábamos con palos de madera adornados con cualquier cosa plástica para que nos diera la impresión de ser barquitos... los tirábamos con cordelitos amarrados y los chocábamos, como yo corría mucho más lento que los 'grandes' (no más de 12 años) siempre desarmaban el mío.
Por esa misma calle, Patagona, cruzando el pasaje Bermúdez estaba el bazar de Nelson Sánchez (5), amigo de mis papás en sus años de la Alianza Cristiana. Ahí compraba útiles para el colegio y cualquier otra chuchería que hiciera falta.
Más allá estaba la calle Angamos y en ella, la escuela donde hacía clases mi tía, Mara Levet (7). Subiendo por la calle 'hacia arriba' había un kiosko (7 también) y la calle Zenteno.
En Zenteno está la peluquería del señor Gallardo (8) donde por años me fui a cortar el pelo con Nivaldo (que sospecho todavía es cliente); también había otro kiosko (mi tercera opción) y el local de un zapatero (en la esquina de la 'n' de 'uinversidad' en el mapa). Bajando por Angamos hay una carnicería (6) a la que habré entrado unas dos o tres veces y casi al frente está el Hospital Regional (9). En la cuadra siguiente estaba la panadería 'Selecta'(10, ¿cuántas 'panadería selecta' habrá en Chile?), el kiosko (11) donde yo iba a comprar mis 'Condorito' cuando costaban $360 y ése era el lugar más lejano donde yo iba solo, y la farmacia Prat (11) que tenía ese olor tan rico a botica antigua... nunca visité alguna, pero siempre imaginé que olía así. Ahí fui más veces de las que hubiese querido a comprar jarabes y cosas por el estilo, hoy creo que hay un local de sandwichs. La farmacia estaba en la esquina con Señoret y caminando de vuelta se pasaba por la reparadora de bicicletas, al lado de la casa de Mario Galindo (12), nuestro vecino más famoso, ex jugador del Colo Colo. También está, todavía, el negocio de la señora Rebeca, Minimarket Montserrat (13), y subiendo de nuevo por Maipú estaba 'el cuchitril' (14), un negocio donde, créanme, mejor ni entrar. En Señoret con Angamos, frente al hospital hay un pardero de taxis (15).
Como pueden ver en el mapa, mi mundo por esos años era de sólo algunas cuadras y mi vida transcurriría, por varios años más e incluso en esta ciudad, entre el hospital, los kioskos, las farmacias y la universidad.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...
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MarioSillard dijo...

opaaa, censura en este blog!!!

jajaja, ta weno el post, me emocionó recordar a punta arenas :(

saludos...

Anónimo dijo...

jaja oie
-la tia Mara toavia hace clases ahi po(7)
-Nivaldo se sigue cortando el pelo en la pelukeria de Gallardo (8)
-Ese negocio toavia existe... y toavia es mejor no entrar xke sigue siendo como lo describiste.. (14)

 
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